Mientras el mundo entero se vuelca contra Rusia, por la arbitraria y desmesurada invasión a Ucrania, y el presidente Volodimir Zelenski lanza un desesperado grito de ayuda, Morena y la 4T mantienen una actitud de total apoyo al régimen de Vladimir Putin.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ya dijo con todas sus letras que no se sumará a la imposición de sanciones económicas a Rusia.

Y por si hay dudas de cómo piensan en el gobierno, el secretario de Turismo, Miguel Torruco, publicó emocionado hace unos días un mensaje para decir que Aeroflot, la principal aerolínea rusa, es bienvenida en México.

Sin embargo, algo le dijeron por expresar públicamente sus emociones, porque enseguida borró el mensaje que había publicado en Twitter, al tiempo que Estados Unidos cerraba su espacio aéreo a los aviones rusos.

Del lado de los guindas, el pasado martes, jóvenes de Morena hicieron llegar una carta a la embajada de Moscú en México para acusar de fascista a Ucrania y decir que Zelenski es un títere de Joe Biden.

Sus aliados del PT, andan en las mismas, queriendo usar la tribuna del Congreso de la Unión para decir que están a favor de Putin y de su ocupación bélica en Europa Oriental.

Esa es la forma de pensar en amplios sectores de la 4T. El problema radica en que muchos de ellos gobiernan actualmente para un país, no para un puñado de prófugos del comunismo, trasnochados activistas de izquierda, que viven como si fueran de la derecha.

Y es que en una circunstancia como la que vivimos en el mundo, la sociedad exige acciones determinantes en pro de la mayoría, no de unos cuantos.

Y por lo que se ve, parece que nuestro gobierno va a contra corriente, mientras Putin mantiene en vilo la paz mundial.

El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió ayer tras un encuentro telefónico con el mandatario ruso: “Lo peor está por venir”.

¿Y qué hace México frente a la guerra?

Nada de trascendencia, bordeamos en una actitud timorata, mientras el mundo saca de anaqueles productos rusos (incluido el vodka), cierra sus espacios aéreos, impiden su participación en eventos deportivos, bloquean operaciones financieras, cierran sus aduanas a las importaciones y retiran inversiones, entre otras represalias.

Es probable que esas acciones y un bloqueo económico no detengan la guerra, pero es una forma plantarle cara a Vladimir Putin para decirle que el mundo no está de acuerdo con las acciones bélicas y el uso excesivo de la fuerza para resolver diferencias políticas, económicas, culturales y hasta territoriales.


Damián Zepeda se destapa y Malú Micher la vuelve a hacer

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Elección 2024. El senador Damián Zepeda se destapó ayer como candidato presidencial, noticia que algunos panistas tomaron más con duda que asombro, porque si no pudo coordinar a los senadores del blanquiazul, se preguntan si podrá, no ganar la elección, sino coordinar su propia campaña.

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Violencia. Lo volvió a hacer la senadora Malú Micher. Ayer, su colega legisladora del PRI, Nuvia Mayorga, la acusó de violencia política, después de que la morenista escribió en un grupo de WhatsApp: “Que sarta de idioteces está diciendo Nubia neta (sic)”.

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Un parásito. AMLO es muy crítico de los organismos que no sirven para nada, parásitos y estructuras burocráticas sin sentido, por lo que debería echarse un clavado para ver lo que está pasando en la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación, que preside Silvia Valle, impuesta por Etelvina Sandoval, quien por cierto sigue ocupando las oficinas de la presidencial de organismo.

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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “La guerra es una masacre entre gente que no se conocen, para provecho de gente que si se conocen pero que no se masacran.”