Alfredo González
30/11/-0001 - 0:00 HS
Representantes de todos los partidos, incluido Morena, tienen dudas sobre las “bondades” del proyecto de reforma energética que hoy debaten de manera profusa dentro y fuera del Congreso.
Además, el jaloneo que se ha dado tiene muy nerviosos a empresarios nacionales y extranjeros, así como a los mercados financieros de todo el mundo.
Inversiones millonarias están en juego. Aunque eso no es lo peor. Nuestra economía vive ya las consecuencias de políticas económicas erráticas, producto de la pandemia y la mala gestión del gobierno de la 4T, y podrían agudizarse con un giro en materia energética.
Los números no me dejan mentir: de febrero 2020 al 27 de septiembre 2021 han salido de México 542 mil 105 millones de pesos, que representan el 24.48% de los capitales que extranjeros tenían invertidos en México en valores gubernamentales.
Ahí está el fondo del debate. No se sabe cuánto dinero va a generar el gobierno con la reforma de AMLO y cuánto dejará de recibir o generar cancelando contratos y negocios que ya existen.
Si a eso le sumamos el impulso a energías fósiles, haciendo a un lado proyectos de energías limpias y renovables, el panorama ambiental y económico es nada promisorio para los mexicanos.
Pero el debate y las dudas prevalecen. Mientras López Obrador trata de seducir, con amenazas veladas al PRI, representantes de Morena anticipan que el dictamen no será votado a ciegas.
El diputado Manuel Rodríguez, presidente de la Comisión de Energía en San Lázaro, me adelantó que habrá parlamento abierto, en el que podrán participar voces a favor y contra del proyecto.
Lo más seguro, sin embargo, es que Morena lo apruebe. Pero hacen ver que tienen un poco más de interés por la disidencia.
De la oposición ya no hay mucho qué decir. Los priistas buscan la forma de salir del berenjenal en que se metieron por mañosos o faltos de pericia política. PAN y PRD, a su vez, ya dijeron no a la contrarreforma.
Todo es incierto y lo único real es que, una vez más, los mexicanos somos rehenes de decisiones cupulares e intereses patrioteros y sin un sustento real en términos de impacto económico y medio ambiental.
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EMBAJADORES AL GARETE. No son uno ni dos. Son varios los embajadores que se quejan del trato que les da el gobierno de México.
Representantes diplomáticos, que van desde el cono sur hasta Europa, Asía y África, encuentran pocos canales de comunicación con miembros del gabinete.
No hay interacción con ellos y, cuando se trata de hacer algún negocio o alianza, perciben desorganización e improvisación en la 4T.
Los diplomáticos llegan a comparar el nivel de gestión de nuestro gobierno al de otros países con crisis recurrentes como Venezuela.
Perciben además que al gobierno de AMLO no le interesa hacer agenda con otras naciones más que con EU, por un tema meramente económico.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Si no sabemos hacia dónde vamos, terminaremos en cualquier otro lugar.”
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@ALFREDOLEZ
Publicado: 08/10/21
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