Empuja AMLO un cambio de fondo en el PRI

Quieren en Palacio Nacional un relevo en la dirigencia del tricolor, rompimiento con PAN y PRD, y que colabore con la 4T desde el Congreso

Alfredo González Castro

15/06/2022 - 0:00 HS

Desde el gobierno federal se puso en marcha toda una estrategia para fortalecer al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y sacarlo de la alianza con el PAN y el PRD, que nada bueno le ha dejado.

El presidente Andrés Manuel López Obrador no quiere aniquilar el tricolor, mucho menos que pierda su registro.

Lo que busca, me dicen desde Palacio Nacional, es fortalecerlo. Que retome las causas que defendió desde su origen y se sume a la cuarta transformación del país.

Así, como usted lo está leyendo. El primer mandatario quiere a un PRI renovado, que proponga reformas, que legisle en la Cámara de Diputados y el Senado de la República.

Lo ideal es que apoye todas las reformas de Morena, pero saben desde la Presidencia de la República que tampoco pueden pedir tanto.

Con el hecho de que se quite el lastre que representan PAN y PRD, con eso se dan por bien servidos en el partido guinda.

Todo esto no es parte de una acción burda y concertada. La visión de AMLO es lograr un equilibrio mayor en el Congreso de la Unión y que en las elecciones cada quien juegue como mejor le convengan.

Tampoco quieren que los priistas vayan a la sucesión presidencial con el abanderado de Morena.

Que tengan un candidato propio, pero que en tanto eso ocurra no se sumen a la parálisis legislativa que anunció la Alianza Va por México.

Esto suena a un llamado a la reconciliación y la civilidad política, pero cuando uno ve todo lo que está pasando no es fácil de entender la estrategia presidencial.

Parece que en los hechos, el gobierno hace todo para minar el futuro del tricolor.

Ayer por la mañana, por ejemplo, agentes de la Fiscalía de Campeche, que encabeza Renato Sales, catearon propiedades de Alejandro Moreno, a quien investigan por lavado de dinero.

Lo hicieron unas horas antes de que Alito acudiera a la reunión de los “cuchillos largos” con ex presidentes del partido, entre ellos Manlio Fabio Beltrones y Roberto Madrazo, para rendir cuentas sobre los resultados electorales recientes.

Pero más allá del final que tenga el ex gobernador campechano, la 4T opera ya, desde la Secretaría de Gobernación, que encabeza Adán Augusto López, para convencer a diputados y senadores priistas que no respalden la “moratoria legislativa”.

Y parece que ya lo lograron, después de que el senador Miguel Angel Osorio y un grupo de diputados dijeron que no respaldaron el acuerdo de su partido con la alianza Va por México.

No sólo eso, desde Palacio Nacional ven con buenos ojos que Omar Fayad o Alejandro Murat tomen las riendas del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, en sustitución de Moreno Cárdenas.

Trascendió hace unos días que los dos ex gobernadores estarían por incorporarse al gabinete presidencial, pero el anuncio se pospuso para después de las elecciones del 5 de junio.

El tiempo ya pasó y ahora esperan en la casa presidencial el desenlace de lo que ocurra en el PRI, en donde ven que Murat o Fayad podrían convertirse en piezas clave para la transformación del partidazo.

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Y a propósito de la rebelión al interior del tricolor, desde Oaxaca me aseguran que ninguno de los Murat, ni Pepe ni Alejandro, participan en el movimiento para gestar la salida de Alito.

José es dirigente de la Fundación Colosio, mientras que Alejandro, como gobernador, sigue comprometido con entregar buenas cuentas a los oaxaqueños, me aseguran.

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Uno de los personajes que más critica la gestión de Alejandro Moreno, es Fernando Lerdo de Tejada. Pero desde el CEN priista me dicen que tiene muchas razones de “pesos” para estar inconforme, como la cancelación de millonarios contratos de consultoría a varias de sus empresas que prestaban sus servicios al tricolor.

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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Vale la pena conocer al enemigo... entre otras cosas por la posibilidad de que algún día se convierta en un amigo.”

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