El enojo

Se acumulan los frentes abiertos en el 4T y nadie sabe cómo salir de ellos; se cumplen tres semanas de la tragedia en la Línea 12

ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO

17/05/2021 - 0:00 HS

Se acumulan los frentes abiertos en la 4T y nadie sabe cómo salir de ellos; se cumplen tres semanas de la tragedia en la Línea 12. Quienes han tenido la oportunidad de convivir en días recientes con el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo han visto irascible.

Nunca ha sido de risa fácil, aunque hoy más que en otros tiempos lo sienten preocupado; en momentos enojado y hasta cansado. No es para menos. Los problemas se acumulan. La 4T cada vez tiene más frentes abiertos.

A las afectaciones de la pandemia, se le sumaron el reto de mantener la mayoría en el Congreso y la guerra electoral en los estados, pero sobre todo el colapso en la Línea 12 del Metro, una de las tragedias más grandes en la CDMX.

Por si fuera poco, está en ciernes el conflicto laboral y sindical más grande en la historia de México, derivado de la reforma en la materia y los compromisos suscritos en el marco del T-MEC.

Tan mal andan las cosas en Palacio Nacional, que por instrucciones del primer mandatario ordenaron un nuevo estudio para ver de qué tamaño es el boquete en la imagen presidencial.

Todo preocupa y molesta; sin embargo, anticipan que el mayor golpe vendrá tras la muerte de 26 personas y 100 heridos, en la Línea 12 del Metro. Pero no aprenden. Este lunes se cumplen tres semanas del colapso y el presidente se ha mostrado ajeno.

Más allá de si le gusta o no tomarse la foto con los heridos y familiares de las víctimas, la gente lo percibe poco empático. Peor aún, la mayoría de los responsables de la obra señalados pertenecen a la 4T. Por eso, el mandatario se quedó sin discurso para culpar al PRI, al pasado o a los conservadores.

Todo quedó en familia y nadie sabe cómo salir del atolladero. Esa es la verdadera razón del enojo presidencial, a tres semanas de las elecciones más grandes y competidas en el territorio nacional. 

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Claudia Patricia Juan Pineda y José Juan Gómez Valero, son los representantes legales de los trabajadores que impidieron la legitimación del contrato colectivo en la planta de General Motors (GM), el pasado 21 de abril en Guanajuato, hecho que motivó un airado reclamo de EU. 

El viernes publiqué que Patricia Juan es muy cercana a Arturo Alcalde, padre de la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde. Funge como asesora del Frente Auténtico del Trabajo, organización de la que forma parte Alcalde Justiniani, esposo también de Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional de Morena. 

El mismo viernes, Patricia Juan y Gómez Valero enviaron un oficio a Luisa María en el que se ostentan como representante de la disidencia en GM y le hacen una serie de “peticiones” sobre la reposición del proceso de legitimación en GM. Con ese documento se despejan las dudas: grupos y familiares afines a la 4T, están metidos en el conflicto que ha derivado en el primer reclamo formal de EU a México, en el marco del T-MEC, a 10 meses de su entrada en vigor. 

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Y como dice el filófoso… Nomeacuerdo: “Es sabio dirigir el enojo hacia los problemas, no hacia la gente, para concentrar tus energías en respuestas, no en excusas.”

alfredo@elheraldodemexico.com 
@alfredolez

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