Alfredo González Castro
07/09/2022 - 0:00 HS
De manera por demás sorpresiva, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, anunció ayer que, por recomendación de sus abogados, ya no hablará más, en los Martes del Jaguar, de Alejandro Alito Moreno.
Lo vino a decir después de varios meses de una campaña de denostación y una persecución judicial en contra del dirigente del PRI, a quien usó como costal de box con el pretexto de una mala gestión como gobernador de Campeche.
Pero el anuncio de la morenista estuvo antecedido de varios acontecimientos que dejan ver que Alito ya logró un acuerdo con la 4T para que cese la persecución, aunque abrió otra grieta en el tricolor y, ahora, una en su alianza con PAN y PRD.
Según trascendió, el pasado 1 de septiembre, Alito se reunió con Adán Augusto López, en el marco de la entrega del 4º Informe de Gobierno.
En San Lázaro, el funcionario habría dicho al priísta que no se preocupara por los temas pendientes, pero lo que espera el presidente López Obrador es que el tricolor respalde sus iniciativas, sobre todo la Guardia Nacional.
Un día después, la diputada Yolanda de la Torre, secretaria de la Comisión de Justicia y muy cercana a Alito, presentó una iniciativa para que la presencia del Ejército en las calles y tareas de seguridad se extienda hasta 2028 y no en 2024.
Se trata de un guiño que podría significar una salida político-administrativa en caso de que la iniciativa presidencial de la GN no transite en el Congreso.
Por esa razón, legisladores de Morena dijeron que apoyarán el proyecto de la priísta. Y AMLO, a su vez, anunció una consulta sobre la presencia del Ejército en la calle.
Pero eso no es todo, vino otro gesto en favor de Alito (recordemos que está sujeto a un juicio de procedencia para retirarle el fuero): la Sección Instructora de la Cámara de Diputados, órgano encargado de definir si ha lugar al juicio, fue conformado recientemente.
Como integrantes quedaron dos morenistas: Jaime Pérez y Leonel Godoy. Y del lado de la oposición: Rubén Moreira, del PRI, y Elías Lixa, del PAN; es decir habría un empate que congelaría la propuesta contra Moreno.
Mejor imposible en la relación del dirigente tricolor con la 4T. El problema radica ahora en que sus aliados de la oposición parece que no están de acuerdo.
Marko Cortés, dirigente del PAN, declaró ayer que si el PRI no retira su iniciativa para lograr una ampliación del Ejército en las calles, la coalición Va por México ya no tendría razón de ser.
Vaya disyuntiva en la que se encuentra el campechano: o hace todo para preservar su libertad y carrera política o da la espalda a sus aliados con los que ya tenía planes para sacar a Morena del gobierno.
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