Alfredo González
02/02/2022 - 6:23 HS
Aunque no lo han declarado públicamente, en Palacio Nacional y Gobernación se prendieron los focos de alerta por la severa crisis política y social que vive en estos momentos el estado de Puebla.
El gobernador morenista Miguel Barbosa perdió los hilos del poder y no hay día que no enfrente un conflicto, derivado de malas decisiones y hasta fuego amigo.
Al escándalo que surgió por la aparición del cuerpo de un bebé en un penal, se sumaron las protestas por la disputa en la Universidad de las Américas Puebla (UDLA) y una rebelión de las “nenis”.
En el primer caso, cada vez cobra más fuerza la versión de que el cadáver de Tadeo fue llevado al penal San Miguel, no para un ritual santero, sino para crear una crisis en el sistema penitenciario y desestabilizar al gobierno de Barbosa.
Existen teorías y preguntas al respecto: si lo usaron para un ritual, ¿por qué dejar la pulsera con los datos de identificación del bebé? ¿Por qué ir a un panteón de la CDMX por un cadáver, cuando hay lugares más cercanos al penal?
De esas interrogantes se deriva una hipótesis: quienes arrojaron el cuerpo a un bote de basura, querían que lo identificaran plenamente; querían que todo mundo se indignara y encontraron la forma de hacer un escándalo internacional.
Las investigaciones siguen su curso con varias líneas, entre ellas una venganza contra Barbosa. Entre los autores de la vendetta, ubican a integrantes del denominado Grupo Chiapas, de cual forman parte el ex secretario de Seguridad, Raciel López, y el ex operador político Florencio Madariaga, destituidos sin mediar explicación, en abril del 2021, acusados de diversas irregularidades.
Ni el mandatario ni los aludidos han hablado al respecto. Sin embargo, las presiones, intrigas y golpes continúan.
En uno de los grupos de WhatsApp de las esposas de internos del penal, el miércoles corrió el rumor de que habría renunciado por amenazas la nueva directora del Cereso, María del Rayo, cuatro días después de su designación. Especie que han minimizado.
En fin, el problema sigue y no se ve una solución, como ocurre con la disputa en la UDLA, que esta semana derivó en protestas y bloqueos, gracias a la torpeza de la diputada morenista Nora Merino, quien desdeñó el conflicto con unas desafortunadas declaraciones.
A eso hay que sumarle la protesta de familiares y vendedoras de productos por internet, mejor conocidas como “nenis”, que armaron un movimiento después de que una de ellas fue detenida por un policía que la acusaba de distribuir droga. Barbosa tardó en reaccionar, pero fue tal la indignación y el escándalo que tuvo que soltar a la joven, con una tibia y forzada disculpa.
Si a eso le sumamos los conflictos derivados del mal ejercicio de gobierno y el mal desempeño de algunos integrantes del gabinete, como la secretaria de Finanzas, Tere Castro, hay quienes ponen en duda que Barbosa concluya su gestión en el 2024.
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