Barbosa cava su propia tumba en Morena

En un intento por controlar la elección de su estado, el poblano rompe con “amigos” y se lanza contra Mario Delgado y Adán Augusto

Alfredo González Castro

31/08/2022 - 0:00 HS

Su afán por mantener un férreo control sobre la clase política de su estado llevó a Miguel Barbosa a perder los estribos y encaminarse a una soledad política prematura, a dos años de concluir su gestión como gobernador de Puebla.

 

El pasado lunes, en vivo y a todo color, rompió lanzas con el dirigente de Morena, Mario Delgado, y dio por terminada también su amistad con el diputado Gerardo Fernández Noroña.

 

No sólo eso, la emprendió contra Adán Augusto López y otros funcionarios como Rodrigo Abdala, de la Secretaría de Bienestar.

 

El motivo de su furia: el respaldo que han dado al diputado Ignacio Mier como posible candidato de Morena al gobierno poblano.

 

No le gustó nada que algunos de ellos hayan acudido al evento de Mier, en el que rindió su informe de actividades como diputado y como coordinador de Morena en San Lázaro.

 

Muchos (incluído Barbosa) lo vieron como el lanzamiento de su campaña. Eso fue lo que hizo perder el control al mandatario morenista.

 

Aunque en realidad expresó lo que todos saben: no lo puede ver ni en pintura.

 

Su falta de querencia lleva tiempo. Barbosa resultó muy afectado porque en 2018, cuando perdió la elección frente a la panista Martha Erika Alonso, fue víctima de una guerra sucia.

 

Entre otros actores, atribuyó los ataques a un medio de comunicación local del cual era socio  Mier y cuyo director fue enviado a prisión, el pasado mes de mayo, acusado de extorsión y otros delitos.

 

Todo esto como parte de la guerra que libran desde entonces.

 

Lo cierto además es que don Miguel es muy controlador. Quiere que todos le rindan pleitesía, algo que nunca hizo ni hará el diputado.

 

Por si fuera poco, Nacho es socio de Enrique Doger, ex alcalde de Puebla y ex candidato a la gubernatura, posición desde la que hicieron una alianza, por debajo de la mesa, para atacar a Barbosa.

 

En respuesta a estos y otros ataques, el mandatario se alió a su vez con el senador Alejandro Armenta (también aspirante a la gubernatura) y no han dejado de atacar a Nacho.

 

Pero en Puebla ven esta relación como temporal porque Armenta no es su delfín.

 

El gobernador tiene a sus prospectos, aunque ninguno despunta.

 

Entre quienes han hecho públicas sus aspiraciones están Olivia Salomón, de Economía; Gabriel Biestro, del Trabajo; y Melitón Lozano, de SEP.

 

No obstante, hay quienes ven como el tapado al secretario de Salud, José Antonio Martínez.

 

Otro que también levantó la mano fue el presidente del Congreso local, el ex morenovallista Sergio Salomón.

 

Con esto queda claro que Barbosa tiene tiradores, pero ninguno con la fuerza para imponerse a los intereses del centro.

 

Por eso, desde Palacio Nacional, creen que el gobernador está más cerca de las disidencias que de Morena y hasta podría tener los días contados en el partido, porque no están dispuestos a perder la plaza por intereses meramente personales.

 

***

Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: Las batallas contra nuestra exaltada lengua las perdemos en casi toda ocasión.”

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