Alfredo González Castro
16/11/2022 - 8:00 HS
Cada vez se ve más enojado al presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, pero el pasado lunes, un día después de la marcha en defensa del INE, hasta su círculo más cercano se sorprendió de lo visible que era su molestia.
En vivo y en directo los mexicanos fuimos testigos de la furia.
Los adjetivos contra participantes de la manifestación, conocidos y desconocidos, mostraron de cuerpo entero al tabasqueño que ha hecho de frases tropicales una de las características de su gobierno.
“Eso sí calienta”, dice cuando se refiere a un tema que le genera desagrado.
Pero esta semana su enfado se disparó al ver que las redes sociales estuvieron inundadas con mensajes e imágenes contra la reforma electoral.
Nadie pudo contrarestar los “tendring topics”
En Palacio Nacional saben que uno de los principales termómetros del primer mandatario son las redes sociales en las que, por esta vez, perdió la batalla.
Incluso, con todo y que tiene claras las cuentas sobre sus índices de aceptación (70% a favor y 30% en contra, lo que equivale a 70 millones de mexicanos que lo respaldan y 30 millones que no), le molestó sobre manera la forma en la que sus oponentes ganaron el discurso.
Al menos en Twitter, según fuentes de la Presidencia de la República, hay 10 mil cuentas o personas que son las más activas con un discurso en contra de la 4T.
Pareciera un número menor si nos atenemos a la gente que, supuestamente, aprueba la gestión de AMLO, pero esa cantidad, que equivale a la mitad de la población de algunas capitales, metió mucho ruido el fin y logró permear en los medios de comunicación.
Además, el manejo de imágenes aéreas de la marcha en la zona de Reforma y otros puntos del país, se difundieron de manera profusa. Y fueron cayendo como baldes de agua fría en el círculo presidencial.
No logró AMLO que la marcha llegará al Zócalo para que se vieran los vacíos, lo que también atizó a la molestía presidencial.
Pero como es todos sabido, hasta en la más profunda de las crisis, López Obrador surge como el Ave Fénix y, según esto, ya encontró la forma de capitalizar la protesta.
Perdió una partida pero no la guerra. La estrategia ahora consiste en exhibir a los organizadores de la marcha y sobre ellos hará caer toda la responsabilidad de las dificultades que se presenten en los procesos electorales que se avecinan, como ocurrió en el 2006, cuando, según él, le arrebataron la Presidencia de la República.
Se convirtió en la víctima y la responsabilidad por la falta de democracia fue de otros, a quienes hasta ahora responsabiliza del fraude que le arrebató la silla presidencial en aquel momento.
Por ahí avanzará su línea discursiva, mientras que en el Congreso de la Unión, Cámara de Diputados y Senado, tienen la consigna de empujar la reforma a cómo dé lugar.
Tope donde tope llevará Morena el debate a la arena política, además de que pondrá en marcha una estrategia legal para impulsar cambios a la leyes secundarías en la materia con el fin de modificar los “privilegios” del INE.
Si es viable o no hacerlo de esa forma, es un debate al que también está dispuesto a entrar el presidente con tal de no dejar que la oposición imponga su voluntad.
AMLO dará la pelea como ya lo hizo con otros asuntos. Que de eso no le quepa duda a la oposición, me dicen desde Palacio Nacional.
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En el Senado, me dicen que quien anda de plácemes es la senadora Olga Sánchez porque logró que se aprobaran dos reformas en temas de su agenda: logró que se restrinja la presencia de los niños en los juicios a lo mínimo indispensable para que no vivan sus infancias en los juzgados; y que se pueda ampliar el plazo de 48 horas para inhumar un cuerpo para que sus familiares puedan despedirse conforme a sus creencias religiosas más allá de este plazo.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “No acometas obra alguna con la furia de la pasión; equivale a hacerse a la mar en plena borrasca.”
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