Alfredo González
30/03/2022 - 10:18 HS
A pesar de que el escenario es adverso en la Cámara de Diputados y el Senado de la República, el presidente Andrés Manuel López Obrador echó a andar toda la maquinaria para lograr que en este periodo ordinario de sesiones se apruebe, a como dé lugar, la reforma eléctrica.
Lo hizo incluso, desautorizando públicamente al coordinador de su partido en la Cámara Alta, Ricardo Monreal, quien había pedido modificar el proyecto original, desahogar las iniciativas existentes y evitar una aprobación vía fast track.
Pero como la única voz que se escucha en la 4T es la del inquilino de Palacio Nacional, Morena en San Lázaro busca a pie juntillas cumplir con los designios presidenciales, torciendo acuerdos previamente establecidos con la oposición.
Por ejemplo, la relatoría del Parlamento Abierto, quiere "ponderar" las intervenciones de los 135 ponentes participantes, pero es fecha en la que no han establecido bajo qué criterios serán seleccionados.
Tampoco han confirmado si serán incluidos en el dictamen final, porque AMLO pidió al Congreso aprobar la iniciativa sin mover una coma.
Y si el trámite legislativo sigue la ruta establecida por el presidente, todo el teatro montado por Morena, para escuchar a los expertos, se irá al bote de la basura.
Las horas empleadas en foros y sesiones de trabajo habrán sido inútiles, una simulación y una tomadura de pelo para todos.
Si a eso le añadimos lo que dijo Monreal en el sentido de que no hay tiempo en el periodo ordinario para votar la iniciativa de reforma eléctrica y que es indispensable escuchar a los inversionistas, empresarios y a todos los interesados en la industria, hay un evidente contrasentido.
La 4T está de cabeza en el Poder Legislativo y, peor aún, sin los votos suficientes para alcanzar una mayoría calificada que les permita una reforma constitucional.
Además, a pesar de las dudas que en su momento había sobre el voto de PRI, el bloque opositor, conformado junto con PAN y PRD, ya dijo que no va con la iniciativa presidencial, como tampoco lo hará Movimiento Ciudadano.
La fracción naranja, que coordina Jorge Álvarez Maynes, pidió a la Jucopo y a las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Energía, convocar a sesiones presenciales para el análisis y discusión de la reforma eléctrica.
De la misma forma, solicitó que se dictaminen todas las iniciativas presentadas por grupos parlamentarios y entidades federativas, incluidas las 14 suyas.
De todas estas peticiones no hay una respuesta, lo que hace pensar, dentro y fuera de San Lázaro, que la 4T no piensa retomar nada, como tampoco le hará caso a lo dicho por el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, porque la única voz que vale, hoy, en este momento, es la de López Obrador.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes.”
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