Estudiantes ‘hi’ en Chiapas alertan a las autoridades

Más de 100 intoxicados y 72 hospitalizados, fue el saldo de una intoxicación con posible cocaína

Redacción

16/10/2022 - 10:31 HS

Hace unos días nos enteramos que decenas de estudiantes de dos escuelas en Chiapas sufrieron una fuerte intoxicación, al parecer porque alguien vertió una fuerte de dosis de cocaína en el agua. 

Todo ocurrió en Bochil, una cabecera municipal de poco más de 30.000 habitantes, situada en la región de los Altos de Chiapas, a dos horas de la capital en un estado tradicionalmente tranquilo y ajeno a los problemas de violencia y crimen organizado. Sin embargo, en los últimos meses ha crecido el número de denuncias por narcomenudeo en la región y esta misma semana 300 militares tuvieron que ser desplazados de urgencia a la entidad por un estallido de violencia. 

A nivel mundial, en el primer año de la pandemia, 5.5% de la población de entre 15 y 64 años consumió algún tipo de droga y el 13% de ellos sufrió trastornos por su consumo. 

Sumado a estos factores y al aumento de la población mundial, con base en datos brindados por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, se proyecta que para el año 2030, 25 millones de personas más van a consumir drogas (aumento estimado del 11% en menos de 10 años). 

En México, en el período de pandemia, el consumo de drogas duras en adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años, aumentó un 15%; por otro lado, el consumo de marihuana subió un 17% y el de alcohol, un 14%. Segregando por grupo etario se vuelve más alarmante, ya que los adolescentes de entre 15 y 17 años, han aumentado más el consumo de drogas duras que jóvenes adultos. 

Pero, ¿qué intoxicó a 100 adolescentes de un pequeño municipio rural y mandó a 72 al hospital?, las causas y el perpetrador del hecho son desconocidas aún para las autoridades, o tal vez no se ha querido decir claramente. 

Según padres de familia de los menores afectados, existen al menos cuatro jóvenes que dieron positivo a cocaína, cuando la autoridad estatal aseguró que no se había encontrado alguna sustancia conocida en el cuerpo de los menores. 

Por otro lado, los adolescentes y jóvenes de mayor estatus económico, no sólo consumen más marihuana y alcohol, sino que también han incrementado su consumo durante la pandemia que los de menor estrato social. Solamente se igualan en el consumo de opiáceos y drogas duras, en ese tipo de drogas no hay nivel socioeconómico que los distinga, ya que en ambos aumentaron su consumo por igual. 

¿Qué son las drogas duras? Las drogas consideradas ‘duras’, en teoría, producen un mayor impacto social y sanitario, ya que la peligrosidad de su consumo a corto plazo es mayor (cocaína, heroína, crak, anfetamina, metanfetamina, etc). Al contrario, las drogas consideradas ‘blandas’ son sustancias aceptadas socialmente, que son percibidas como menos perjudiciales y/o son legales (alcohol, tabaco y cannabis). 

Ahora bien, ¿qué es lo que está pasando en el estado sureño que en menos de un mes tiene a más de 120 estudiantes de secundaria intoxicados? Hay varias especulaciones sobre querer hacer adictos a los chicos o simplemente generarles la muerte, mientras sea lo que sea es un riesgo latente para la comunidad educativa. 

El fiscal del estado negó una y otra vez que los adolescentes fueran intoxicados con “sustancias psicoactivas”: “No ha sido por consumo de drogas”. ¿Entonces por qué? “Hay que esperar más pruebas y los resultados de la secretaría de Salud”, ha esquivado Gómez. El titular de Salud de Chiapas, José Manuel Cruz Castellanos, ha dicho que los “cultivos” llevan unos días y ha pasado la pelota al representante del IMSS, quien no ha podido explicar de qué test se esperan resultados 

Mientras tanto las intoxicaciones masivas se acumulan: cuando se repetían las pruebas en Bochil sonaban de nuevo las sirenas en Tapachula, de camino a la Escuela Federal 1 por segunda vez en menos de un mes. En solo 18 días, 116 niños, entre 12 y 14 años, de Chiapas han sido hospitalizados por ingerir sustancias tóxicas dentro de los centros escolares. Son más de seis al día.  

En Bochil, Chiapas, la secundaria donde todo ocurrió no abrirá más sus puertas, hasta saber cómo todo pasó.

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