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RF
08/03/2022 - 19:48 HS
Nada las detuvo. Ni los miles de elementos de seguridad que resguardaron las calles de la Ciudad de México, ni las vallas, ni las provocaciones, ni el gas lacrimógeno. Nada.
Más de 25 mil mujeres se unieron al grito de “No estamos solas”, “ni una menos”. Marcharon desde las 14:30 horas hasta pasadas las 18:00 para llegar al Zócalo, donde su presencia se impuso ante el majestuoso Palacio Nacional que se veía pequeño, consumido por una marea morada.
El bloque negro llegó primero. Iba armado de mazos, bates y cadenas para golpear las vallas que cubrían el Palacio Nacional.
El gas de extintores que elementos de la Guardia Nacional y Marina les rociaron no detuvo a este bloque conformado de al menos 50 mujeres. Estoicas resistieron el enfrentamiento.
La policía capitalina no fue suficiente para frenar las olas que llegaban más y más al Zócalo. Pasadas las 15:00 horas elementos de mujeres de la Guardia Nacional se unieron al cuerpo antimotines que ya resguardaba el palacio de México. Ni eso las detuvo.
Sobre Avenida de la Reforma los contingentes se unían en tranquilidad. Todos avanzaron en orden, cada uno sabía lo que le correspondía hacer.
En otros puntos como el metro Hidalgo, mujeres encapuchadas rompieron una estructura de cristal que les cayó encima y dos resultaron heridas. Al inicio, las mujeres rechazaron la ayuda que el ERUM les ofreció, pero finalmente aceptaron ser trasladadas a un hospital de traumatología y ortopedia al sur de la CDMX.
Martí Batres, secretario de Gobierno de la Ciudad de México, informó que hubo 25 personas que requirieron atención medica durante la marcha. De ellas, tres tuvieron que ser trasladada a hospitales.
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